Esta Pieza Sinfónica fué Estrenada en el Teatro Nacional Sucre de Quito (Ecuador) el 5 de Febrero del Año 2009.
Es este un Cuento muy Tierno... Un Cuento de Niños... En este Caso: "De Nuestra Niñez". Relata sobre como Ocurrió Nuestro Primer Acercamiento a este Instrumento Encantado. ... En aquel Entonces Apareció -En Nuestro Colegio Francés de Roma- un Compañerito Nuevo: Ecuatoriano Quiteño, Tal Germanico Pinto. Fué él en Conseguirnos Nuestro Primer Rondador, Encargándolo a un Tío que Viajaba desde "Allá".
Una Linda Mañana, Cual Preciosa Especie Llegada en una Carabela desde el Lejano Oriente, Trajo al "Cole" ese Tesoro. Así, por Toda la Duración de las Clases, conservamos el Mágico Instrumento Celado Bajo el Banco... Lejos de los Indiscretos Ojos del Profesor... Entre Libros y Cuadernos. A Penas Podíamos (¡Y quizás También cuando No "Debíamos"!), lo Sacábamos para Contemplarlo en Secreto.
La Canción se Inspira Cabalmente en aquellas Primeras Ojeadas, Asombradas y Amplificadas por Nuestra Mirada Infantil: La Consistencia, las Dimensiones, la Síntesis y Complejidad de esta Tecnología de Pura Caña...
Fué También a Partir de Ella que Empezó Nuestro Viaje Artístico y Vivencial, Evocado en la Pieza por el Desarrollo Musical en Forma de Marcha Triunfal.
Ay Rondador, hoy Tengo que Decirte
Que, a Pesar de Todo,
Aún Crúzanse mis Ojos en Tus Amarrados
Trépan por Tus Nudos Saltando Barrancos
Tus Sierras Volcadas de Cumbres y Quebradas
Vertigo de Pura Caña de Imantaj... Rondador!